Fotografía y fotoperiodismo
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Neus sale de su granja de Centelles al amanecer para buscar agua para sus animales.
Neus cuida con esmero cada detalle de la granja.
Separando los corderos antes de sacar a pastar a rebaño.
Neus pastorea su rebaño de ovejas y una cabra en su granja de Centelles, España.
Neus prepara algo de ramaje en su granja para alimentar a las ovejas cuando vuelvan del campo.
Momentos durante el pastoreo.
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Neus es una mujer de armas tomar, todo un personaje, como solemos decir. Su camino en la vida no ha sido fácil y todavía lo va diseñando diariamente, con esfuerzo y en solitario. A sus 70 años, en cada arruga acumula conocimiento y vivencias, ambos ligados siempre al campo y asociados a un recuerdo familiar de necesidad y sacrificio, que la hacen más honesta consigo misma. Entre la faena cotidiana en su granja, le asaltan anécdotas que van apostillando cada situación vivida. Los tiempos en que su padre le enseñaba a manejar el carro tirado por un caballo, que sueltan su risa al recordar cómo lo volcó por culpa del barro en el camino, o el abandono obligado de sus estudios siendo niña para entrar a formar parte activa de la economía doméstica, en trabajos poco agradecidos, mal pagados y escasamente valorados.
Sus manos son el fiel reflejo de una lucha sostenida a lo largo de los años, donde el trabajo grabó con claridad las huellas del esfuerzo. Junto a su marido logró regentar una pequeña fábrica de cutir pieles e invertir los ahorros en una explotación ganadera de ovejas, que mantiene desde que enviudara en 1999. Amable y alegre por dentro y por fuera, disfruta la vida en su mundo de rutina granjera necesaria y responsable, atendiendo desde el amanecer a su rebaño de 44 ovejas y sus otros animales de autoconsumo. A veces, me permite entrever su faceta más coqueta, cuando no me mira, presa de la timidez, porque no sabe que quien tuvo, retuvo, y se oculta de este objetivo que quizá considera indiscreto.
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